El recorrido dura alrededor de dos horas y media, y nos deja entreveer un espectacular pasaje natural.
Aunque sus numerosos miradores de madera, perfectamente integrados en la naturaleza, seguro que te harán pararte a admirar el paisaje, y puede que el recorrido se alargue más de la cuenta. Perfectamente puedes echar allí la mañana, la tarde, o incluso el día entero.
Aparte de ver gigantescas cascadas como la Iris, la Caprichosa, la Trinidad, o la famosa Cola de Caballo, ( con un salto de agua de nada más y nada menos que de noventa metros de altura), me llamó la atención, quizás por contraste, la calma pausada de lagos como el del Espejo.
Pero lo más emocionante, bajo mi punto de vista, fueron sus grutas. Tanto la de Iris como la denominada Gruta del Artista, me dejaron boquiabierta de asombro.
De acceso intrincado pero lo suficientemente seguro para que puedas hacerlo con niños,lo más peligroso es sin duda la vegetación musgosa que, a causa de la humedad, ha recubierto un gran tramo de las escaleras de piedras por las que se accede.
Te recomiendo así agarrarte directamente al techo de las cavidades naturales, tanto en la subida como en la bajada, porque puede resbalar.
El modelaje del río Piedra en el entorno del Monasterio es un proceso natural del río que terminó de dar forma Juan Federico
Muntadas Jornet, del que puedes ver un busto en la misma entrada del parque.
El resultado son paisajes increíbles donde el agua es el auténtico protagonista.
Como curiosidad añadir que su mezcla de paraje románico con naturaleza le valió en 1945 la denominación de Paraje Pintoresco Nacional, convirtiéndose en uno de los espacios protegidos de Aragón. Además, fue declarado más tarde, en 1983, Parque Natural.
“No es el martillo el que deja perfectos los guijarros, sino el agua con su danza y su canción”.
Enlaces de interés: Descarga aquí el mapa del parque.
El resultado son paisajes increíbles donde el agua es el auténtico protagonista.
“No es el martillo el que deja perfectos los guijarros, sino el agua con su danza y su canción”.
Y ya termino con un apunte cinéfilo, y es que la indescriptible belleza paisajística del Monasterio de Piedra le ha servido para ser
escenario de numerosas películas.
Imagen del rodaje de "El Hombre que mató a Don Quijote"
Es el caso de “El Hombre que mató a Don Quijote”, de Terry Gilliam, “La Siesta”, de Jorge Grau, “El Corazón Guerrero”, de Daniel Monzón, o “El Rostro del Asesino” de Fructuós Gelabert.
Enlaces de interés: Descarga aquí el mapa del parque.
