La única manera de llegar a Cuevas del Agua, un precioso pueblo en Ribadesella, limítrofe entre Santander y Asturias, es a través de una cavidad natural, de naturaleza kárstica, a la que llaman la Cuevona.
Su singularidad radica en que es uno de los pocos ejemplos mundiales de cuevas asfaltadas, aparte de la tremenda altura de sus bóvedas, que se hallan iluminadas en diferentes puntos del recorrido de un cálido amarillo que nos hace recordar el baile del fuego en las antorchas prehistóricas.
En sus trescientos metros de recorrido podrás disfrutar de un espectáculo natural nada desdeñable a la vista, ya sea recreándote en las diferentes formaciones calcáreas, algunas de ellas bautizadas con nombres propios, como Las barbas de Santiago o La lengua del Diablo, cómo con su diferente flora.
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Y si eres amante de lo pétreo, dejate arrebatar por la belleza de las diversas estalactitas, estalagmitas, coladas o columnas.
El trayecto a pie se puede convertir en una experiencia inolvidable, ya que andar junto al arroyo que fluye dentro de la cueva y que está delimitado por un bajo muro de piedra es algo que no se puede describir con palabras. (Me quedaría corta.)
Por eso te aconsejo dejar el coche en el parking gratuito, que encontrarás junto a la entrada de la cueva, e ir caminando para poder pararte en los puntos que más te llamen la atención, hacer fotos del entorno o sacar tu lado explorador a relucir, perdiéndote por algunos de sus recovecos.
Eso sí, con seguridad. Usa chaleco reflectante y si puedes, linterna. Ya no tanto por ver, pues la iluminación artificial realizará dicha magia, sino porque te vean los numerosos vehículos que suelen recorrerlas, ya que se trata de la única entrada actual al pueblo.
Date el capricho. No te vas a arrepentir.
Eso sí, con seguridad. Usa chaleco reflectante y si puedes, linterna. Ya no tanto por ver, pues la iluminación artificial realizará dicha magia, sino porque te vean los numerosos vehículos que suelen recorrerlas, ya que se trata de la única entrada actual al pueblo.
Date el capricho. No te vas a arrepentir.
La flora que habita la Cuevona es importante, básicamente en su entrada y salida, dónde profusos musgos, esquivos helechos y diversos hongos y líquenes harán las delicias del fotógrafo macro más avispado.
Dentro de la fauna, si tienes mucha suerte, podrás ver a la famosa salamandra ciega, y alguna que otra rana de la zona. Como curiosidad añadir que antaño era considerado palacio de murciélagos, pero ya no es habitado por estos pequeños mamíferos por la constante presencia humana.
Dentro de la fauna, si tienes mucha suerte, podrás ver a la famosa salamandra ciega, y alguna que otra rana de la zona. Como curiosidad añadir que antaño era considerado palacio de murciélagos, pero ya no es habitado por estos pequeños mamíferos por la constante presencia humana.
Enlace de interés: Cuevona de Cuevas del Agua