Situado en una de las villas costeras más bellas de Cantabria tuve
la suerte de visitar el Palacio de Sobrellano. Porque cuando llegas a
los pies de su fachada, a través de las tres hectáreas de sus jardines
de estilo romántico bajo claras influencias del gótico inglés, te das
cuenta inmediatamente de que el edificio de Joan Martorrell no es “otro
palacio más”.
Se trata de un impresionante edificio de estilo
neogótico que más bien parece sacado de un film de terror. Y es que no
puede ser casualidad que haya servido de localización a películas de
culto del género como “La Residencia”, de Chicho Ibáñez.
El
Palacio cuenta con visitas guiadas para conocer su interior, (yo tuve la
suerte de pillar la última, a las seis y cuarto de la tarde) y es
realmente tan espectacular como lo que promete su fachada; por la
accesible cantidad de 3 euros puedes contemplar las principales
estancias: la sala del billar, el comedor, la sala del trono, la
biblioteca (que preciosa, cuando la vi casi lloro...) y el museo del II
Marqués. Todas situadas en la primera planta.
Destacan
sobremanera los materiales nobles utilizados para su construcción como
las tarimas de roble y ébano o las puertas de nogal (y madre mía, que
bien olían...).
Y como olvidar la majestuosa escalera de alabastro del
vestíbulo, con doble tiro e iluminación cenital a través de una
claraboya de vidrieras polícromas y, definitivamente, si algo era digno
de fotografiar hasta dejarte el dedo din huella dactilar, eran las
chimeneas diseñadas por Cristóbal Cascante.
Y si lo tuyo son los
paseos, sólo en recorrer sus jardines (que algunos catalogan como uno de
los más bonitos de España, y sin duda doy fe que son de los que cortan
la respiración), acercarse hasta su Capilla-Panteón (también de estilo
neogótico, con escalofriantes gárgolas vigilantes que ponen los pelos de
punta) y disfrutar de las hermosas vistas que desde allí se tienen de
la Universidad Pontifica.
Enlace de interés: Palacio de Sobrellano